Tsukino Sato.

Tsukino Sato.


Chupatintas.
¿Que por qué un apodo así? Por su afán de cargarse los informes del resto del personal a cambio de nada. Por amistad supuestamente, aunque luego no se ve recompensado por ello, mas este hecho parece no importarle; ya que así puede tener escusa para haber sido de utilidad.

Por parte de los ghouls, aún no se ha ganado un apodo.
Off: esto lo dejo en manos del rol o del staff cuando haya trama.


Veinte.


Masculino.


CCG. - Humano.


Investigador de Nivel Tres. - Oficinista.


No hay mucho que destacar en las posesiones de una persona joven como él, pues como es lógico, no ha vivido lo suficiente como para lucir objetos que sean realmente dignos de mencionarse. Comparte vivienda con su familia, sus padres, en una modesta casa en uno de los barrios de Sumida. Su vestimenta es realmente variada aunque se tiende más por la moda ancha o urbana, vaqueros raídos, gorras de visera plana y esa clase de ropa. Para pasar los ratos del papeleo en su puesto de trabajo, porta consigo el teléfono móvil y unos auriculares para escuchar música sin molestar a nadie o que merezca una llamada de atención por parte de un superior. Además, cuenta con un despacho que comparte con varios investigadores de rangos más altos en la sede del CCG, encargado de la división de desapariciones o personas sospechosas de ser ghouls.


Siete. - Sumida.


Shioreta Hana ( しおれた花。Flor Marchita. )
Quinque otorgado a Sato por servir a la humanidad, el cual proviene de un ghoul al que ayudó a encontrar gracias a sus investigaciones en la oficina. Dicho quinque es del tipo bikaku y posee la apariencia de una espada orgánica, es decir, que parece un ser vivo como lo sería un árbol chamuscado por la llama más abrasadora. La hoja parece fragmentarse a la mitad, dando la apariencia de que está colgando cuando no es así, se mantiene firmemente unida. Dicha parte es de un negro muy oscuro por la punta, pero a medida que se va acercando al mango adquiere un vivo color rojo el cual se extiende hasta más de la mitad de la espada cuando realiza movimientos bruscos a la hora de cercenar, cortar o zarandear dicha arma. Alcanza ochenta centímetros de largo, con unos quince centímetros de ancho que se van difuminando a medida que se extiende a la punta. Tiene la capacidad de cortar por ambos lados de la hoja, por lo que se considera una espada de doble filo. Centrándonos en la parte inferior, el mango está adaptado de tal manera que puede empuñarla con ambas manos y aún habría espacio suficiente para una tercera. Esto le concede diversos juegos a la hora de emplear posturas y términos de lucha para sorprender al enemigo. A diferencia de la hoja, mientras más abajo nos fijemos del mango, irá adquiriendo un tono más azulado, aunque dicho azul es uno oscuro que apenas se puede diferenciar del negro. Para finalizar, la punta del mango tiene a modo decorativo una serie de ramificaciones azuladas, que no miden más de diez centímetros. Dicha parte es lo primero que sostiene cuando pasa del estado maletín al activo.


S A T O
Este personaje se nos presenta como un japonés dentro de la estatura media, alcanzando el metro setenta y cinco. Empezando desde arriba, lo primero que nos llama la atención es un cabello rojizo bastante cuidado por el mismo, teniendo gran afán de verse bien al resto de personas, corto pero el flequillo es lo suficientemente largo para que le permita ocultar parte de su mirada con el mismo. Sus ojos son de un tono anaranjado, algo que le viene de familia, pues su padre también comparte dicho color tan peculiar, además de ser ligeramente finos. Una nariz pequeña y una boca que no destaca mucho, salvo por su dentadura muy bien cuidada. Pasando a aspectos más generales, su complexión es atlética aunque él mismo reconoce que es por genética, puesto que apenas realiza ejercicio desde que se graduó en la Academia del CCG. Su tez es ligeramente pálida, debido a sus pocas salidas de campo, además de poseer una pequeña marca de nacimiento sobre el hombro izquierdo, la cual recuerda vagamente a una calavera. A la hora de hablar, tiene una voz que hace recordar a un niño en plena etapa de la adolescencia, aunque algo que le caracteriza es que nunca alzará lo ya mencionado más de lo necesario.


El hombre multitareas. Si hay que empezar con algo para definirlo, es que Sato está hecho alguien a quien confiarías para pasarle los deberes de clase o esos informes acumulados en tu despacho, él estará para ti veinticuatro horas disponible con tal de hacerte sonreír. Si tuviera que seguir uno de los tópicos debido a la procedencia, sería aquel obsesionado con el trabajo, pasando perfectamente días por la oficina sin apenas reflejar cansancio aunque esté en una fina línea de la consciencia y el insomnio. Para terminar de remarcarlo, es un adicto al trabajo. No es que su aspiración sea ascender, su aspiración es servir de utilidad para todo el mundo, puesto que siente que su responsabilidad no se erradica sólo en dar caza a los seres llamados ghouls, más bien prefiere quedarse en un segundo plano y que otros se queden con sus méritos. Sato es feliz siendo una de las miles de hormigas que contribuyen a formar un hogar seguro, puesto que nunca se le ha dado bien dar discursos heroicos ni tampoco el relacionarse con exceso de gente que sobrepase a más de tres personas manteniendo contacto visual.

Sin embargo, hay que aclarar que no es tímido en absoluto. Puede hablar con cualquiera ya que no es fácil amedrentarlo y siempre saca a relucir una sonrisa. Es muy educado a la hora de dirigir la palabra a cualquiera, incluso si le cae mal prefiere guardar las palabras mal sonantes y la descortesía para sus momentos íntimos o donde se asegure que nadie le escucha y aun así es muy reacio a ahorrarse semejantes comentarios. Quien ha hablado con el pelirrojo por más de cinco minutos, siempre queda saciado de simpatía y confort, algo que le ha llevado a ser el corre-turnos de varios investigadores que se aprovechan de su buena fe y no han gastado un solo bolígrafo desde que fue aceptado como uno de ellos. A veces es consciente de este problema, aunque de la gran mayoría no se percata hasta que el trabajo está terminado, pero prefiere hacerse el loco y realizarlo sin ningún tipo de objeción, ya que así está favoreciendo a un compañero... aunque éste no valore el favor que está haciendo.

Retomando el punto anterior, es cierto que este personaje prefiere ignorar antes que enfrentar, pero tendremos que mencionar que si establece una conversación que se mantenga fuera del ámbito profesional, se queda corto. Es decir, no es muy bueno tanto usando el sarcasmo como el captar las palabras con doble significado o las indirectas, es mas se ha llevado en incontadas ocasiones un sermón por ser increíblemente directo con una mujer o demasiado honesto con la persona contraria, pues tampoco se le da bien el mentir. Lo considera innecesario, puesto que su creencia es que todo tiene un único punto de vista, algo que en situaciones le ha ayudado a seguir hacia adelante... y en otras ha estropeado todo. En una disputa, no es capaz de otorgar la razón – incluso si la lleva la otra persona – si está realmente convencido de ello, por lo que podemos extrapolar que se trata de alguien cabezón y que se da de sabelotodo, a menos que alguien que considere superior – en el sentido del rango en su profesión o un familiar mayor – le diga lo contrario. Ahí, guarda silencio aún convencido de que llevaba razón, pero deja de lado la conversación.

Como toda persona existente en el mundo, se puede comparar a una cebolla por las diferentes capas que envuelven al agente del CCG. Se ha explicado, a groso modo, su forma de ser día tras día, pero ¿Y en un trabajo de campo? No es que haya muchas diferencias a destacar, salvo alguna que otra característica que hace que Sato sea admirado en combate de otra forma. Es analista, le gusta palparse del ambiente y sentir que forma parte de algo muchísimo más grande que él, por lo que antes de entrar en acción le gusta recorrer el sitio donde se encuentra y acariciar las superficies con la yema de sus dedos. Que prefiera estar en la oficina, no significa que le disguste, apene, o incluso tenga fobia por enfrentar a un ghoul cara a cara. Tiene sentimientos, pero parece dejarlos a un lado a la hora de combatir, pues es capaz de reírse en pleno movimiento, siendo herido o hiriendo al enemigo. Algunos superiores consideran este hecho como una fuerza latente en el corazón de Sato, algo que le embauca de una inhumanidad sin dejar de ser él mismo, aunque no tiene mucha experiencia a la hora de combatir. No se siente mal cuando acaba con la vida de un antropófago, ni sufre de remordimientos al pensar que tienen familia, puesto que los compara con otro tipo de animales, y al igual que cualquier otro, todos tienen un hogar al que regresar. Por lo que, ¿Debería sentirse mal por hacer su trabajo? Tsukino Sato no es un hipócrita.


La familia Tsukino, una de las tantas clases medias que habitan en la capital de Japón. Su padre, Tsukino Ken, es un empresario financiero, concretamente el contable de una empresa inmobiliaria el cual conoció a su actual esposa Tsukino Kushina, una ama de casa que debido a una mala racha en el hogar decidió trabajar a media jornada como limpiadora. Siempre han llevado una vida tranquila y más aún cuando dieron vida a Sato, un niño cuyas cualidades mentales estaban en condiciones óptimas y bendecido por criarse en el seno de una casa humilde, trabajadora y cariñosa. Su infancia la pasó sin pena ni gloria, como cualquier otro niño jugando en el parque con sus amigos, haciendo los deberes del colegio y dando gracias a todo momento de la fortuna que había tenido en nacer en semejantes condiciones. Su padre estaba orgulloso de él y su madre estaba con un sentimiento de alegría que traspasaba los límites de lo normal. Alguna que otra vez escaseaba el dinero, mas eso no significaba un problema para los Tsukino, pues contaban con gentiles amistades y podían superar sus problemas juntos.

El camino a la felicidad permanente comenzó a desviarse poco a poco, cuando Sato ingresó en la secundaria y debía de ir pensando sobre la manera en la que se ganaría el dinero cuando fuese mayor. Su padre quería que su hijo fuese arquitecto, o un importante empresario, pero su madre le apoyaba en que fuese libre a la hora de escoger su senda de la vida. Un día, en clases de anatomía, uno de sus compañeros de clase afirmó haber visto a un ghoul en persona, que fue hace unos días junto a su madre al CCG para informar sobre la existencia del sujeto y sobre las medidas que debían de tomar. El pelirrojo sintió una gran curiosidad sobre dichos seres, por lo que lanzó un par de preguntas sin ningún tipo de tapujos al profesorado, quien respondió a duras penas sobre sus cuestiones con vagas afirmaciones e intentos de desviar la conversación a otros puntos. Esto fue el indicador que presagiaba el futuro del joven, quien por semanas no paró de hacer hincapié sobre el tema incluso en reuniones familiares, pues los ghouls era algo que despertó su afán de superación y de saber todo sobre todo. Al decírselo a sus padres, tardaron un poco en respetar la decisión de Sato, pero al fin y al cabo ya era tarde. Estaba decidido a ser un investigador ghoul.

Tras unos cuantos años, Sato promocionó como un agente del CCG, celebrándolo con quienes fueron sus compañeros de clase tomando un par de refrescos por uno de los tantos parques de Tokyo. Sus calificaciones no fueron excesivamente altas, pues destacaba en puntos como la retención de datos en la cabeza o biología, pero aprobó raspado en asignaturas como entrenamiento físico o las prácticas con armas blancas y de fuego. No es que hubiese nacido para la batalla, pero concluyó que el tiempo corregiría dichos puntos donde flaqueaba. Pasó un año sin pena ni gloria, ganando el salario mínimo y sin interactuar demasiado con el resto de personas que pasaban por su puesto. Al fin y al cabo, era un novato y los novatos, al principio, no se integraban bien debido a los nervios o por variadas cuestiones que no vienen al caso. Lo importante ocurrió un día de año nuevo, donde decidió aplicar horas extras para terminar de redactar unos informes atrasados. Viendo un tablón de corcho con diferentes fotografías y chinchetas de colores para determinar sospechosos, empezó a leer el informe del caso y a hilar los argumentos de civiles aleatorios con las fotografías... hasta que resolvió el rompecabezas y decidió informar a sus superiores.

Fue su primera misión de campo, equipado incluso con la armadura reglamentaria de la organización, con una pistola con munición Q como única arma tanto ofensiva al igual que le daría uso de defensa personal. Estaba nervioso, pues nunca había establecido contacto físico con un ser como un ghoul, pero estaba seguro de que saldrían victoriosos. Fue una operación pequeña, donde asaltaron a una ligera organización formada por cuatro ghouls, en los que destacaba un hombre extranjero, el objetivo al que pudo dar con él gracias a las pistas otorgadas. Ocurrió una serie de hechos esa noche hasta que salieron ganadores y pudieron dar otro golpe a los antropófagos que amenazaban con la existencia humana. Se confirmó la procedencia alemana del ghoul y se preguntaban qué hacía un Kast por Japón, pues eran una familia noble y se extrañaban que un sujeto tan importante fuese vencido con tal facilidad. Promocionaron a Sato por su valentía y por su importancia a la hora de descubrir de quién se trataba el cabecilla de la organización y le otorgaron como reconocimiento a su valía el quinque del que dispone actualmente. A día de hoy, sigue conservando su puesto y hace todo lo que está en su mano para mantener a raya a los enemigos de la humanidad desde un escritorio y una montaña de informes por rellenar. En definitiva, es feliz.

• Fuma tabaco en privado o cuando está solo con alguien de confianza.
  
• Le apasionan los climas fríos y lluviosos, pero le disgusta el calor.
  
• Su quinque proviene de un hermano bastardo de Rayden. Guiño a mi antiguo personaje. De ahí su nombre.
  
• Es propenso a morderse la lengua si efectúa la más mínima acrobacia, por lo que habla mal por un tiempo hasta que se recupera.
  
• Odia las vacaciones. Le roban tiempo, según él.
  
• Devorador de libros. Desde literatura ligera hasta pesados libros sobre biología.
  
• Siente curiosidad por el origen de los ghouls, pero luego ve a uno alimentándose y se le pasa.
  
• Tiene la costumbre de abrazarse a sí mismo y a producir un tic con el dedo índice izquierdo dando pequeños toques en el brazo muy rápidos, para indicar que está nervioso.
  
• Únicamente lleva traje cuando va a trabajar, y como está la mayoría del tiempo, tiene un armario completamente lleno por estrenar.